L’Eliana nació con la compra de unos terrenos por parte de los carmelitas. Desde entonces ha desarrollado todo un entramado de servicios que lo convierten en elemento complementario e indispensable para la capital del Turia. Y por sus condiciones, además se ha ganado la virtud de convertirse en lugar de descanso e incluso de residencia ya que ofrece, junto a la gran ciudad, un ambiente cosmopolita pero tranquilo.