Desde 1865 las fiestas empezaban el segundo domingo del mes de septiembre, pero acusaban la ausencia de los jornaleros del pueblo que, tras la sequía del verano, se trasladaban a la siega del arroz de Valencia buscando un complemento económico. La solución fue trasladar las celebraciones a finales del mes de septiembre, así se conseguía que los hombres se recuperaran después de días de duro trabajo a la vez que se aprovechaba una tregua en las labores agrícolas propias.
En la actualidad se celebran del 25 de agosto al 1 de septiembre.