La elaboración artesanal es uno de los puntales de la gastronomía local, acreditada por la marca “Aliments Tradicionals de Llíria”, que distingue productos del sector cárnico (sobrasada de tarrina, la longaniza seca o el embutido de la “jarreta”), de los hornos y pastelerías (bollos, rotllets, besitos de novia o pecadets de Llíria) y de la huerta de Llíria. Entre estos últimos destacan el tomate de Llíria, rico en sabor y con mucha carne; y la calabaza, que se utiliza en la elaboración de los postres tradicionales.